¿Y si pudiéramos usar los Data Centers como medio de calentamiento de agua?
Un centro de datos puede consumir tanta electricidad como un barrio entero, pero también genera una enorme cantidad de calor residual. Ese calor, que antes se expulsaba al exterior, hoy empieza a aprovecharse para algo increíble:
Calentar piscinas y edificios públicos.
Esto ya ocurre en varias ciudades europeas, donde los servidores funcionan como una “caldera digital”. ¿Cómo es posible?
Los servidores trabajan a alta densidad energética y su calor se transfiere al circuito de calefacción por medio de un intercambiador. La piscina o edificio aprovecha esa energía sin coste adicional.
La ventaja real reside en la factura energética municipal, pues se mejora la eficiencia del data center (hay menos disipación), disminuye emisiones y se crea un sistema de energía circular donde prácticamente nada se pierde.
Un ejemplo práctico:
Una piscina municipal puede necesitar agua a unos 27–28 ºC. Los servidores liberan agua a entre 35–45 ºC y esa temperatura encaja perfectamente para el servicio que necesitamos.
Así, los data centers, pueden dejar de ser solo enromes consumidores de energía para convertirse en proveedores de calor útil para la comunidad.
Una idea simple con un impacto enorme en sostenibilidad.
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